Caminábamos rumbo a un bosque
en silencio junto a nuestro Maestro. Sabíamos que se aproximaba un momento de
profundidad, de reflexión, aunque no sabíamos cual sería la temática, La Divinidad se hace
presencia en nuestro Guía Glauco Branda,
y frecuentemente nos sorprende elevando nuestra conciencia sobre aspectos
impensados.
Tal es así que nosotros sus
alumnos nos hemos acostumbrado a dicha elevación espontánea e intentamos aprovechar
al máximo sus consejos y enseñanzas que siempre traen como consecuencia (en
caso de ponerlos en práctica), dar pasos certeros hacia la Santidad.
Por eso hay que aprender a
ver para apreciar.
Decía, mientras caminábamos
por una calle de asfalto rumbo a un bosque, nuestro Maestro dijo con cierta
alegría: "Que hermoso lugar para vivir”
Nosotras agregamos: "Si,
aunque mejor sería un lugar más alejado, con más arboles, que no pasen tantos
autos..." puesto que, donde se encontraban las casas que mi Maestro
señalaba es una calle bastante transitada.
A partir de ahí nos empezó a
explicar cómo no debemos caer en el error de
centrar nuestra “mirada”, en la falta, en el error, en “lo que falta”.
“Un hombre Santo - nos
explicaba - da gracias a DIOS por cada cosa que ÉL le regala”,
Nos puso el siguiente
ejemplo: Si DIOS le regalara (a mi Maestro), una pieza chiquita; él estaría
todo un año disfrutándola y dando gracias constantemente por ello con profunda
Felicidad.
Luego DIOS por su parte
al ver esta gratitud, le regalaría un
apartamento (puesto que es de SU agrado hacernos regalos cuando aceptamos lo
que EL nos da, con Felicidad y no con queja).
Así él estaría igual 5 años o
más dándole gracias a DIOS por ese precioso regalo, sin reparar en que si los
vecinos ponen música muy alta, o si cortan el pasto a las 6 de la mañana o si
cuando llueve cae una gotera, etc.
Simplemente NO LO VERÍA.
Solo daría las gracias
constantemente a DIOS, en la consciencia de que todo lo qu recibimos en la Vida es de ÉL y al irnos,
tenemos que devolvérselo.
Así es como está libre de toda
circunstancia y lugar, y por lo tanto toda circunstancia y lugar es buena para ser Feliz.
Cada
cosa que recibe de DIOS la agradece y le hace Feliz, sea "lindo" como
"no tan lindo", incluso en estas ocasiones logra ver lo positivo
dentro de esa situación.
Buda enseñó:
"La felicidad es un estado mental
que
enfocado en el Amor a Dios,
nos permite apreciar cualquier
cosa".
Nos explicaba: "Lo que me da mayor Felicidad es estar
devolviendo a DIOS los regalos que ÉL me hace, en mi vida, dándoles a sus hijos
(nosotros), constante ayuda.”
Cristo dijo:
“…porque tuve hambre,
y ustedes me
dieron de comer;
tuve sed, y me dieron de beber;
estaba
de paso, y me alojaron;
desnudo, y me vistieron;
enfermo, y me
visitaron;
preso, y me vinieron a ver".
De su boca solo salían
palabras de agradecimiento y Amor a DIOS. Recuerdo que en ese momento sentí que
a mí me gustaría sentir ese Amor por DIOS que sin dudas él era testimonio.
Todo había surgido de un
simple comentario sobre una casa, que sé aparte, que su comentario fue sin
apego, es decir, no con deseo de tener una casa en aquel lugar.
Lo sé porque no se oyó de él tono de tristeza
al no tenerla o por anhelarla, sino como quien hace una observación desde la
felicidad de apreciar algo bello.
Recuerdo que pensé el grado
de unión que tiene mi Maestro para ver tan claramente la Enseñanza Espiritual
en cualquier situación de la vida cotidiana. Nos estaba dando la llave de la Felicidad en una simple
caminata.
Al llegar al bosque hizo una
reverencia y se sentó en el tronco de un árbol cortado y nosotras nos sentamos
a su alrededor
Nos contó que estuvo
reflexionando sobre por qué a la humanidad le cuesta tanto acercarse a DIOS y entrar
en profunda Comunión y Epifanía con ÉL, y nos puso un ejemplo:
"Imaginen que tienen que
ir al piso 20 de un edificio. Van subiendo los veinte pisos en el ascensor con
alguien que no conocen: ¿qué pasa? ¿cómo se sienten?
Seguramente sentirán
incomodidad.
Ahora, ¿si van en el ascensor
esos veinte pisos con alguien conocido?
Posiblemente sacarán algún
tema de conversación y gastarán bromas, para hacer el viaje más alegre
Pero ¿qué pasaría si van con
su esposo/a?
La experiencia sería
totalmente distinta, hablando de forma natural, dándose algún mimo y beso, como
lo hacen en cualquier lugar.
Lo mismo sucede con nuestra
relación con DIOS: Al no “tenerlo” constantemente en la conciencia, al no sentirlo
cercano, es casi un completo extraño, al cual solamente recurrimos, cuando (a
causa de nuestras malas decisiones), la
Vida nos angustia o llegamos a un callejón sin salida.
Al igual que en el ejemplo
del ascensor voy a sentirlo como un completo extraño, sin identificación alguna
posible con ÉL y es por esto que no lograremos la intimidad con nuestro Amado,
tan necesaria en la vida del ser humano, en el corazón.
Por el contrario, si en el
día a día lo tenemos presente, le hablamos, repetimos el nombre de algún Santo,
u oramos lo vamos a sentir mucho más intimo, más próximo. Ese Amor será
necesario para el reencuentro en nuestro corazón y algún día llegaremos a la vivencia
de que; "Sólo DIOS basta" como nos enseña Santa Teresa de Ávila.
“Nada te turbe, nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia todo lo alcanza;
quien a Dios tiene, nada le falta:
Sólo Dios basta.”
Observaba su carácter (el de
mi Maestro Glauco Branda), mientras
hablaba solemne pero misericordioso, a lo largo de mi vida no he conocido a
nadie más misericordioso que a mi maestro.
Muchas veces confundimos
simpatía o empatía con un corazón misericordioso.
Este último es silencioso, no
reclama para sí, se pone último, reflexionando, orando y pidiendo guía a DIOS
para ayudarnos certeramente, postergando
sus dolores o necesidades, sus enfermedades, incluso la compañía de su familia
y poniendo todo su corazón en ayudar a los demás (nosotros sus alumnos principalmente)
a elevar nuestra conciencia y así liberarnos de la corriente de sufrimiento.
Me conmueve y siento un
profundo agradecimiento por él, porque he aprendido a “VER”, a apreciar.
Mirando su Ejemplo vemos que
él siempre está buscando formas de acercarse a nosotros y nunca lo vemos ni escuchamos
hablando mal o negativamente de nadie, el siempre elige nuestra parte de luz y
confía en nuestra transformación.
Los invito a acercarse a
nuestra Práctica Espiritual
Yánshèng Dào 言圣道 -宗教, cada vez que se hace una
charla espiritual o se abre un nuevo grupo de enseñanzas.
Bendiciones
Valentina Aznarez
Practicante de
Yánshèng Dào 言圣道