Los Sutras de Jesús o el Cristianismo Taoísta
Área geográfica del Imperio Chino durante la dinastía Tang
Bajo el nombre de Los Sutras de Jesús se engloba una serie de textos religiosos escritos en chino y cuya singularidad viene dada por haber sido la lectura de misioneros, monjes y laicos cristianos durante la China del periodo Tang (618 d.C.-907 d.C.). Unos cuantos rollos con los mismos fueron descubiertos dentro de cubetas a finales del siglo XIX por la incursión accidental de un monje taoísta en una cueva cercana a la ciudad de Dunhuang. Lo que más llamó la atención de estos Sutras de Jesús fue su sincretismo sin tapujos entre la doctrina del nazareno y el Taoísmo chino (A ello se podía añadir bastante Budismo Mahayana). No sería descabellado aventurar que si el azar histórico hubiera discurrido de otra manera, ahora tendríamos el equivalente sinocristiano del Ch'an o Zen (el cual es fruto de la influencia mutua entre Budismo Mayahana y Taoísmo).
1. Jesús en el país del Emperador Amarillo
El comienzo de esta historia lo podemos situar en el viaje del misionero nestoriano persa Alopen o Alouben a la corte del emperador chino Taizong en el año 635 d.C. La nueva religión captó la simpatia de Taizong (emperador que destacaba por su tolerancia religiosa) e invitó al propio Alopen a traducir los textos cristianos que traía al chino. Ello se vería refrendado varios años después con la protección oficial del propio emperador y el permiso para construir la primera Iglesia China y la ordenación de monjes. El cristianismo de rostro nestoriano -que había desaparecido en Occidente acusado de herético- fue alcanzando una implantación sólida a medida que se imbuía más y más de la cultura china que le rodeaba. Desafortunadamente, la decadencia de la dinastia Tang en los siglos IX y X vino acompañada de una ola de intolerancia en China hacia las religiones extranjeras, y tanto budismo como cristianismo fueron perseguidos, sus templos destruidos y sus monjes asesinados. El budismo pudo recuperarse posteriormente y alcanzar una gran difusión, pero ya era demasiado tarde para el cristianismo oriental. En un intento de salvar de la destrucción los manuscritos de la Iglesia de Oriente, bien pudiera ser que un monje cristiano escondiera la literatura al respecto en cubetas llenas de rollos en la Cueva de Dunhuang (lo que tendría un claro paralelismo con aquel otro monje que pudo esconder los Evangelios Apócrifos y Gnósticos descubiertos en Nag-Hammadi en 1945, y gracias al cual conocemos integramente El Evangelio de Tomás y fragmentos de otros evangelios que se creían perdidos).
2. The Jesus Sutras Martin Palmer
Cien años después del descubrimiento de Dunhuang, el teólogo y experto en cultura china Martin Palmer se lanzó a la aventura de traducir estos textos y de buscar la Iglesia o monasterio mayor de este culto. De todo ello escribió y publicó el libro The Jesus Sutras (2001), que cuenta con una traducción española de Mario Lamberti para Editorial Edaf con el título Los Sutras de Jesús: El Descubrimiento de los Rollos Pérdidos del Cristianismo Taoísta.
A través de una narración apasionante para cualquier amante de la arqueología, Palmer consiguió contagiarme su afán, su excitación cuando las pistas eran esperanzadoras y su tristeza cuando creía que su viaje iba a acabar en fracaso. Tras llegar hasta las inmediaciones del templo de Lou Guang Tai (del cual se rumoreaba que era el punto más cercano a un supuesto monasterio cristiano) y divisar una pagoda, Palmer narra el momento que cambiaría el curso de esta historia:
Al lado de la entrada del templo estaba sentada una anciana vendiendo amuletos. Nos volvimos hacia ella y, tras declinar amablemente la compra de un amuleto de plástico de Lao Tse, le preguntamos a quién pertenecía aquella pagoda.
- Es budista -dijo, ofreciéndonos ahora un barato amuleto de plástico de Buda. Mi corazón volvió a desfallecer. Le dí las gracias y me volví .
- Pero no siempre fue budista -añadió la anciana. De nuevo me dí la vuelta y le pregunté que quería decir.
- No, no; antes era taoísta.
La desilusión me golpeo como una piedra. Volví a darle las gracias y, una vez más, empecé a alejarme.
- Pero en realidad no pertenece a ninguno de los dos -continuó diciendo la enigmática anciana. Otra vez me dí la vuelta y le dije que se explicara.
- Antes de que llegaran ellos la habían fundado unos monjes que venían de Occidente y que creían en un solo Dios.
La pagoda de Da Qin
Como podemos suponer, Palmer y su equipo espoleados por la noticia subieron colina arriba hasta aquella presunta pagoda de origen cristiano. Allí encontraron a una pequeña monja budista de edad avanzada que les trató con total amabilidad y que confirmó la historia de esa pagoda: "Bueno, eso es algo que ya sabíamos todos. Este fue el monasterio cristiano más famoso de toda China, durante la dinastía Tang". La pagoda era conocida como Da Qin (el nombre que los antiguos chinos daban al también antiguo Imperio Romano). La monja también les habló de la Estela del Sutra de la Piedra, obra escultórica con el texto homónimo que constituye un complemento perfecto para los Sutras de Jesús propiamente dichos.
El descubrimiento de la pagoda de Da Qin causó un gran revuelo en el mundo de la arqueología. El gobierno comunista chino no tardó en meter cartas en el asunto y comenzó una labor de restauración de la pagoda por su peculiaridad histórica. Las entrañas de la pagoda fueron investigadas, haciéndose descubrimientos que confirmaban el sincretismo del culto que se realizaba entre aquellas cuatro paredes.
3. Un resumen sobre el contenido de Los Sutras de Jesús
Los Sutras de Jesús como tal son cuatro textos que llevan los nombres Sutra de las Enseñanzas del Venerado, Sutra de la Causa, Efecto y Salvación, El Sutra de los Origenes y El Sutra de Jesucristo más el agregado de unos cuantos sutras de cantos litúrgicos y El Sutra de la Piedra antes mencionado. Se supone que fueron escritos entre los siglos VII y X. Si el primero de estos sutras es una enseñanza tal cual del cristianismo venido del Oeste, los siguientes van demostrando cada vez más permeabilidad hacia las costumbres culturales chinas y van acogiendo dentro de su seno conceptos taoístas y budistas como el Dharma, la Reencarnación, el Karma, el Wu-Wei, el ideal del bodhisattva (extrapolable al santo cristiano), etc... Pero lo que más me llamó la atención durante mi lectura fue la sustitución del concepto de Pecado Original por el oriental de Naturaleza Original, lo que diferencia drásticamente este cristianismo taoísta del que se realizaba en Occidente (ya que el Pecado Original implica una mácula intrínseca en el ser humano, mientras que el concepto de Naturaleza Original cree en la Bondad innata de este).
Cristiano en Postura de meditación Budista con dibujos Taoístas
A continuación dos extractos de algunos de estos sutras, en las que se podrán ver acentos taoístas y budistas característicos de la Iglesia de Oriente:
"Rey Supremo, Voluntad de las Épocas
Cordero Compasivo y Jubiloso,
Amando a todos los que sufren,
Intrépido en luchar por nosotros,
Libéranos del karma de nuestras vidas.
Devuélvenos a nuestra naturaleza original,
Salvados de todo peligro"
(Cuarto Sutra litúrgico)
"El Mesías tenía en su orbita a los Budas y Arhats. Mirando hacia abajo, él vio el sufrimiento de todo lo nacido, y empezó a enseñar. Nadie ha visto a Dios. Nadie tiene la capacidad de ver a Dios. Verdaderamente, Dios es como el viento... Todos los grandes maestros, como los Budas, se sienten movidos por este viento, y no existe ningún lugar en el mundo a donde no llegue ni se mueva este Viento"
(Sutra de Jesucristo)
La Estela del Sutra de la Piedra antes de su traslado a un museo chino en 1920
2 comentarios:
Suena burdo
pero me recuerda al capítulo
de los supermejores amigos de South Park
y la insistencia del gurú Osho
en que la Verdad es una
llamala Tao, Dios, Nirvana, etc.
Interesante muchas gracias
Es esa precisamente la Verdad que nos han querido ocultar, pero las "pruebas" están alli: Templos Budhistas en la antigua Grecia, los esenios escondiendo su Evangelio en un Templo del Tibet, los Sutras de Jesús en la China, santo Tomás evnagelizando en el norte de la India,, etc., etc.
Todas muestras que más allá de los dogmas y dogmatismos, la Verdad siempre fue Una enseñada en distintos idiomas y épocas pero con el mismo significado.
Y pensar que aún hoy en el siglo XXI hay grupos que se auto confirman con ser los únicos portadores del Tao.
Muchas gracias Ziriako por tu aporte
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