Cuento del Derecho a Jugar
SIN JUEGOS NO HAY IMAGINACIÓN
¿Conoces el país de Ñacat?
Es un país que ya no existe.
Todo porque los adultos… (¡Claro que debía ser por ellos! ¿Quién más sino? jajaja).
Un día, un niño dijo haber visto un Monstruo…
¡Cómo se pusieron los adultos!.
Dijeron que el niño pensaba eso por jugar tanto.
Les prohibieron jugar a los niños, les rompieron los juguetes y los libros.
Los niños se pasaban el día entero mirando por la ventana.
Los adultos pensaron: “¡Listo! Ya no va a pasar nada...”
¡Oh! Cómo se equivocaban los adultos.
Sucedió que , años luego, ya los niños eran adultos y los adultos, viejitos; y el país era horrible.
Estaba todo sucio, no había nada nuevo y… adivinen…
¿De quién pensaban los viejitos que era la culpa?
¡De sus hijos!
Un cierto día se reunieron todos los viejitos:
¡No puede ser que nuestros hijos sean tan tontos como para no hacer algo! - pensaban todos- Así que decidieron pedirle una explicación a sus hijos:
- ¡M´hijita! Le dijo una anciana a su hijo – explicate.
¿Porqué dejas nuestro país tan sucio?
¿Porqué ni tu ni los otros hacen nada nuevo?
- Muy fácil Madre – respondió – Ustedes no nos dejaron jugar de niños y nosotros – por esta razón - no pudimos imaginar o crear… entonces… ¿Con qué - ahora que somos adultos - podemos hacer eso? - Respondió la hija.
Los viejitos se dieron cuenta de su error, y se arrepintieron. Tuvieron que evacuar el país y mudarse a otros países (Italia, Francia, España...¡Toda Europa!), y los adultos, al tener hijos, no repitieron los mismos errores.
Los dejaron jugar libremente, porque sin juegos no hay imaginación y sin imaginación nada…
¿Quizás Da Vinci habrá sido descendiente de uno de los Ñacates? (nombre de ciudadanía del país Ñacat), por su gran imaginación, que los Ñacat prometieron tener luego de mudarse a toda Europa.
Recuerden una pequeña cosa: los Ñacat se dispersaron por toda Europa… Quizás por eso es tan “Guau”, por los muchos descendientes de los Ñacat – Eso explicaría muchas cosas ¿Verdad?
Quizás, todos los que escribimos, bailamos, cantamos, actuamos e incluso limpiamos, somos descendientes de los Ñacate.
Sólo recuerda que hay que Jugar e Imaginar y así podremos crear un mundo mucho mejor.