El cuenco de madera
La
gente muchas veces es egoísta
y no espera pasar por determinadas situaciones.
Nuestras
acciones son ejemplos, por eso,
haz lo bueno para recibir lo bueno!
Un anciano
mayor se trasladó a vivir a la casa de su hijo, nuera y nieto con 4 años.
Sus manos
eran trémulas, su visión embaciada y sus pasos vacilantes.
La familia
cenaba reunida, pero las manos trémulas y la visión defectuosa del
En cuanto
erguía un vaso, algo de la leche era derramada sobre el mantel de la mesa.
El hijo y
la nuera se enojaran con el desarreglo.
- Hay que
tomar providencias cuanto a papá – dijo el hijo. - Ya tuvimos
demasiado
de leche perdida, ruido de gente masticando la comida de boca abierta y comida
tirada al suelo!
Así que
decidieron poner una mesita a un canto de la cocina, donde el abuelo comía
solo, mientras los demás miembros de la familia comían a la mesa principal, con
satisfacción.
Después
que el viejito rompera uno o dos platos, su comida venía servida en un cuenco
de madera.
Mientras
la família miraba al abuelo, sentado sólo, percibían que a veces él
tenía
lágrimas en sus ojos.
Así mismo,
sólo le dirigían palabras duras cuando le escapaba un cubierto o un poco de
comida.
El niño de
4 años de edad veía a todo en silencio.
Una noche,
antes de la cena, el padre percibió que el niño jugaba en el suelo, manejando
trozos de madera. Le preguntó delicadamente al hijo:
- Qué
haces?
El niño
contestó dulcemente: - Estoy construyendo un comedero*.
- Un
comedero? Y para qué esto, hijo? – le preguntó el padre.
- Es para
que mamá y papá coman en cuanto yo sea adulto!
El chico
de 4 años de edad sonrió y volvió a su trabajo.
Aquellas
palabras tuvieron un impacto tan fuerte sobre los padres que se quedaron mudos.
Lágrimas empezaron
a correr de sus ojos.
Aunque sin
hablar nada, ambos sabían qué tenían que hacer.
Aquella
noche, el padre trajo el abuelo gentilmente por las manos, hasta la mesa de la
familia.
Desde
aquel día hasta el final de su vida, tuvo todas las comidas al lado de los otros
miembros de la familia.
Por alguna
razón, el marido y su esposa no se enojaban más si un tenedor cayera, si la
leche era derramada o el mantel se quedaba sucio.
De la
pureza de um niño podemos sacar grandes enseñanzas.
Podamos
reflexionar sobre las actitudes que tenemos frente a las personas,
tomando
en cuenta si lo que hacemos es justo.
Nuestras
acciones son ejemplos,
ejemplos
que se siguen!
Por
eso, acuérdate siempre que mañana te puede pasar la misma situación que causas
a otros hoy.
Entonces,
cultiva buenas cosas y tendrás la justa retribución!
*Comedero: recipiente para servir água o comida a los
animales.
言 圣 道 Yánshèng Dào Camino Espiritual de la Palabra Sagrada.
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