martes, 8 de diciembre de 2015

REFLEXIONES - Yánshèng Dào 言圣道 Práctica Espiritual

REFLEXIONES 1a. Parte

Yánshèng Dào 言圣道 práctica espiritual

«La mente tiene su papel en el desarrollo de los hombres, pero este papel es limitado y sólo puede conducir a un cierto nivel. Más allá de él comienza otro nuevo.»


Las armas más fuertes de la mente: la curiosidad y la pasión de investigar cosas transitorias, ya no encuentran en mí apoyo tan fácil como antaño. Se encuentran ahora con la crítica, nacida de una firme convicción, de que dicha búsqueda no conduce a ningún lado, que es sólo un círculo vicioso.
Esta reflexión basta para restablecer la paz interior.
Sé que nada puede arrastrarme de vuelta a los anteriores desvíos, tanto si permanezco en un lugar silencioso o en el medio de la vorágine de la vida actual.
Esta percepción trae consigo una increíble y abrumadora oleada de gozo, un chorro de beatitud que va más allá de todas las palabras. Recuerda en algún modo el sentimiento de una vida omniabarcante que nunca podrá extinguirse.

No he advertido cómo y cuándo me liberé del pensamiento y la creencia en la existencia de la muerte, no a través del razonamiento, sino a través de la vivencia inmediata.
Sólo ahora parezco recordar que en mi subconsciencia hubo intentos definidos y repetidos de imaginarme enfrentado a la muerte, abandonando mi personalidad, y observando qué quedaba entonces de mí mismo.
Estos ejercicios casi inconscientes han demostrado que cuando me deshago del apego instintivo a la forma, al nombre y condiciones de la vida terrestre, cuando me percato plenamente de que la cosa que tiene «mi nombre y apariencia» en este mundo condicionado es sólo un sueño, entonces «algo» queda, independiente y autosuficiente.

La prontitud para abandonar el "Yo soy así" en cualquier momento es la puerta que abre el camino hacia lo infinito. No he advertido que en casi todas las circunstancias, tanto en los sucesos y experiencias felices como en los dolorosos, en el fondo de mi mente existe ahora siempre un pensamiento oculto:
“Todo esto no tiene significado real.”
En qué misterioso modo las radiantes vibraciones de la supra conciencia de DIOS han estado penetrando en los más oscuros rincones de mi mente, tan limitada, tan estrecha y llena de sombras, no lo sabía, ni vi razón alguna para tratar de investigarlo.

Comprendí bien, no por medio de la mente sino con todo mi corazón, las gozosas palabras de un gran poeta y místico de la India, Kabir, quien, a las preguntas de sus alumnos:
«¿cómo es que conoces los misterios de la vida espiritual?», y «¿qué es lo que puede conocerse acerca del objetivo y destino del hombre?»,
respondió en arrebato extático:

«La verdad existe tanto si la conocemos como si no, igual que el Sol, que siempre brilla, tanto si un ciego lo ve como si no.
No importa si yo «conozco» los hechos sobre los que me preguntáis, pues Él sabe, ÉL SABE.»

El dolor que sentía hace algún tiempo ante el pensamiento mismo de separarme de mi Maestro, ha desaparecido ahora. Algunas de sus palabras me llegan de modo extraño, como respuestas vivientes, no venidas de fuera como si procediesen de otro hombre, sino de dentro, de las profundidades de mi propio ser. Acabo de usar ahora una expresión errónea, pues ¿puede uno decir que hayan «otros hombres»? Inmediatamente me llegó una corrección, que capté y comprendí. ¿Cómo expresar mi infinita gratitud por la inmensidad de benevolencia y ayuda que se me están dando?
Y una vez más el Maestro me dice sin palabras y sin voz: «¿Por qué tienes este pensamiento? ¿Esperan los padres terrestres la gratitud de sus niños por su amor y protección?»
El mundo no conoce los lazos ocultos existentes entre las chispas de conciencia que en el plano físico toman formas humanas. El mundo puede incluso reírse de cosas que están más allá de su capacidad de comprensión, al no estar contenidas en la esfera de tres dimensiones donde existen el peso y la medida.

Hace algunos años mi reacción habría sido de rebelión interna y de crítica.
Hoy es de silencio.

Este silencio me dice que en todo compañero de aquí abajo habita, el Maestro, y que debería verle en los ojos de todos.
¿Dónde quedan todas las «diferencias» cuando se vive en la tierra de la realidad?
A menudo la gente es incapaz de deshacerse de viejos prejuicios, teorías o creencias aceptadas, y cuando vienen a conocer nuestra práctica espiritual Yánshèng Dào 言圣道, tratan de darle un nombre, ellos preguntan: ¿Hacen algún tipo de meditación?, ¿O de respiración?, ¿Qué opinán de Yoga o del Reiki?, Otros dicen: “Un uruguayo enseña? Si fuera chino o indio o taiwanés le creería”, viéndola por tanto a través de sus propios vidrios internos coloreados, y etiquetándolo con algún término bien conocido que se acomode a sus propias ideas, que son el producto de su ignorancia espiritual.

Su modo de razonar viene a ser más o menos el siguiente: «Sí, indudablemente enseñan muchas verdades, pero ya la han enseñado los más grandes Maestros espirituales del mundo: Buda y Cristo. Ciertamente que han sido bien
diferentes. Tenemos Sus enseñanzas, y nadie puede negar Su grandeza.» Otros dicen: «En la lejana India o en China Yogis, Maestros Santos que ejecutan milagros, han vivido durante cientos de años, y controlan las fuerzas de la Naturaleza; ¿no son ellos más grandes que ésta práctica espiritual?» Y así, en vez de sacar provecho de la Presencia viviente, sueñan acerca de otros Maestros.
A esta gente me gustaría recordarles:

«¿No fue por vosotros que ,Cristo dijo:
«teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís»?.

Si dicha gente hubiera vivido hace dos mil años y hubiese visto al Gran Instructor cuya autoridad ahora citan, conducido por la calle a una muerte aparentemente ignominiosa y terrible, habrían gritado brutalmente entre la multitud:
«Si eres el Hijo de Dios, baja de la Cruz»

y de ellos Él dijo:
«...buscan un signo, y no se les dará signo alguno.»

******* o *******

Reflexiones Yánshèng Dào 言圣道 Práctica Espiritual 2a. parte

Cuando vivía con mi Maestro, en algunas noches, cuando la luna vierte su luz sobre los silenciosos pasillos del Centro Espiritual, entrando cuasi atrevidamente por los grandes ventanales. Camino desde mi habitación, y me siento tranquilamente sobre la limpia y bien barrida terraza. Las inmóviles figuras de algunos Santos que hay en el comedor, y un pequeño estanque artificial, me siento mirando el reflejo de la Luna en sus aguas calmas ante mí.

Encuentro que este lugar es armonioso para la reflexión profunda (Técnicas 心 沉思 Xīn Chénsī), que practicamos en Yánshèng Dào 言圣道.

Quizás saber que mi Maestro está a sólo unos pocos metros añade solemnidad a mis pensamientos. Entre las muchas cosas aprendidas a sus pies hay una de abrumadora importancia, la cual deseo compartir hoy aquí con ustedes.
Una de las tareas más difíciles a las que me enfrento durante mi práctica espiritual es la necesidad de hallar una clara definición de mi concepción de la vida como tal.
Esta concepción debe ser final y absoluta, puesto que ninguna otra sería aceptable para mi vivencia de mi “yo Real”. Ya que mi vida ahora gira alrededor del cual todo da vueltas en la conciencia que es mi “Ser Verdadero” o la certeza de saber que “yo soy ÉL”.
De los cientos de definiciones que he encontrado, ni una sola pareció dar una perfecta síntesis.

Las que son condicionadas deben catalogarse como falsas. Las que usan una terminología demasiado abstracta y son imposibles de poner en práctica, me parecen meras acrobacias mentales, buenas para profesores retirados de filosofía teórica pero no para un hombre que busca el logro espiritual.

No obstante, sé que debe existir una que apele a las profundidades de mi Yo Real y que no provoque ni dudas ni críticas, pues ya se hallará en sintonía con mi propia experiencia interna.
Todos los que han realizado la vida de la verdad, hablan de Ella con el mayor entusiasmo como la meta única, por cuya consecución debería sacrificarse todo, pues todo lo demás es una ilusión.

Sin embargo sus palabras parecen bellos y encantadores sonidos procedentes de un instrumento desconocido.
En mi búsqueda he de rechazar todo lo que es condicionado, limitado por el nombre y la forma. Lo que quede sin forma ni velos debe necesariamente ser la vida misma.


El proceso de investigación (principalmente a través de la reflexión activa, usando las Técnicas de 心 沉思 Xīn Chénsī) me ha demostrado que cuanto más rechazo la idea de la realidad de lo visible, más cerca me siento de mi meta.
¿Cuáles son en la práctica las etapas de este proceso?
Por supuesto que es imposible describirlas con detalle, pero las líneas generales son bastantes simples. Al comenzar a meditar en una completa paz y con frialdad en relación a los objetos externos a mi Ser, me parece a menudo que capto la verdad de que no significan nada para el “Yo Real”.

En este momento amanece una especie de visión de la posibilidad de la existencia independientemente de todas las condiciones. Esta “Vivencia”dura un tiempo más o menos largo, dependiendo del grado de ensimismamiento alcanzado, pero sus resultados permanecen como la memoria de algo duradero y cierto más allá de toda duda. Encuentra expresión en el pensamiento de que «sólo la conciencia es vida». Conciencia no apegada a nada, independiente de todo, la afirmación desnuda de que “yo soy ÉL”.
Pero este «yo» no es el pequeño ser contenido en la transitoria forma corporal con sus
sentidos, que es en verdad la antítesis del Ser Real.
Esta conciencia del No – Yo está más próxima a un término usado a menudo en la filosofía China de “Vacío Creador” o también podríamos llamarlo certeramente nuestra Conciencia Búdica o Conciencia Crística.:

San Lucas 17:20

“Los fariseos le preguntaron cuándo llegaría el Reino de Dios.
Él les respondió: 

"El Reino de Dios no viene visiblemente,
y no se podrá decir: "Está aquí" o "Está allí".
Porque el Reino de Dios está entre ustedes"

Esta conciencia es asimismo una Bendición, és La Gracia de las Gracias.

«Por lo tanto, la Mente es la causa de la esclavitud del individuo, y también de su liberación. La mente, cuando está atrapada por la Emocionalidad, es la causa de la esclavitud; y de la liberación cuando es pura, carente de pasión e ignorancia.»

Santo Shankara


No hay comentarios:

CONTACTOS

NUESTRA DIRECCION!!!

JOAQUIN REQUENA 1134 casi CANELONES


Mail: espiritualidad.yanshengdao@gmail.com

Facebook: Yansheng Dao