Quizás te pase esto...
A las piedras de tus zapatos
A sentirte mal en varios aspectos de tu vida, pero no encuentras la fuerza y/o la sabiduría
para hacer algo que genere un cambio real.
Te acostumbras a la dopamina (hormona del placer) que genera satisfacción inmediata,
esta es segregada por las glándulas cada vez que escroleas en redes sociales, cuando
consumes comida que envenena, entretenimiento en general.
Pero esa profunda insatisfacción, por más que distraigas tu mente, incluso te rías, en lo
profundo, sigues regresando a ese estado de sinsabor, de apatía, repitiendo situaciones
que te generan dolor y estancamiento, no eres feliz con tu vida actual.
Muchas veces nuestro ego adquiere “muletas” que nos ayudan a “sobrevivir” a “aplacar el
dolor” de que las cosas no vayan como nos gustaría, a modo de ejemplo: estar en modo
víctima, (el consuelo alivia el dolor, hasta que la gente se harta de escuchar quejas
constantes y se aleja) o estar a la defensiva (justificando nuestras acciones con
circunstancias exteriores, o con lo que otro dijo, o hizo), incluso haciendo tal cosa para
encajar en un grupo social o familiar, o evitando hacer tal otra por el juicio de los otros; en
definitiva por miedo a no sentirnos amados y aceptados.
El engaño de esto es que vamos perdiendo el respeto por nosotros mismos, dejamos de
evolucionar, perdemos el domino de nuestra propia vida.
No hay forma de que nuestra vida mejore con estas “muletas”, porque no se hicieron para
hacernos libres, para que podamos “correr por el bosque”, sino todo lo contrario, para
continuar atrapados en el redil, para que nos volvamos dependientes de ellas, y
enquistemos en nuestra vida cada vez más los conflictos y las desarmonías.
Mi Maestro Glauco nos enseña que “La única victoria es vencerse a sí mismo” es decir,
comenzar a dar batalla contra esas formulas equivocadas, contra esas cárceles internas.
Si prestas atención al rostro de la gente en la calle, no en las redes sociales, podrás
apreciar que existe una sombra de tristeza solapada, lo has notado?
Una vez le propuse a un grupo de mujeres que se miren al espejo por 5 minutos, el
resultado me sorprendió, algunas de ellas no pudieron hacer el ejercicio, otras contaron
luego que se sintieron incomodas con lo que vieron…algunas a nivel físico, otras a un
nivel mas interno… pero lo cierto es que era palpable una insatisfacción profunda.
No será hora de asumir la gravedad de la situación actual como seres inmersos en una
sociedad que nos quiere constantemente entretenidos?
La juventud trae consigo la energía de la acción, el fervor de lo nuevo, la vida está llena
de oportunidades y de opciones, de cosas por hacer, lugares por recorrer…
Por su propia condición, el joven se cree diferente de sus mayores y que no caerá en los
errores cometidos por ellos.
¿Qué pasa entonces que “sus” fórmulas no funcionan?
Lo que nadie nos explica es que existen programas mentales que son heredables, es
decir son como lentes con los que vemos la realidad y de hecho, la creamos, porque cada
uno crea la realidad en la que vive. Creemos que somos libres pero estamos
reproduciendo el mismo esquema de nuestros antepasados de forma automática e
inconsciente, quizás tomamos acciones aparentemente distintas, pero la mentalidad, es la
misma, tarde o temprano deviene la frustración.
¿Qué podemos hacer?
En primer lugar hacernos cargo de nuestros “fracasos”, no quiere decir castigarnos, pero
sí reconocer que no sabemos guiar nuestra vida de forma certera. Si te reconoces ciego
espiritualmente, buscarás a un guía espiritual cualificado que tenga gran sabiduría y que
predique con su ejemplo altruista, de esta manera podrás absorber su enseñanza con
humildad. Deja escuchar consejos de “ciegos” puesto como dijo el Mahsiaj “si un ciego
guía a otro ciego, ambos caerán en el pozo.”
Algunas sugerencias que pueden serte de utilidad:
Antes de reaccionar de forma impulsiva, tomar un tiempo para reflexionar.
La reflexión es...
darnos la oportunidad en el presente de cambiar nuestra vida. De esta manera dejo de
reproducir en automático ese modo “Acción – Reacción” para comenzar a tomar las
riendas de mi vida.
Pero si mantengo mi consciencia adormecida o aturdida con ruido, distracciones, ritmo de
vida acelerado, agotamiento crónico, alcohol, comida, excesos, pregúntate: a quien le
estas regalando tu vida?
Cuando identificas un habito que te hace daño, toma la decisión de amarte y di “esto no lo
voy a hacer más”, “Quiero comenzar a amarme”. “Quiero respetarme, quiero cumplirme a
mi misma/o.”
Tu puedes lograrlo, quizás al principio falles, pero no te juzgues, sigue intentándolo hasta
que establezcas ese habito de Ser una persona que ahora tiene esa nueva forma de ser.
Recuerda que el verdadero fracaso es dejar de intentarlo.
Cada día es una bendición, una oportunidad: hoy puedes decidir mejorar algo dentro de ti,
puede que pienses que es algo ínfimo, pero si cada día tienes ese hábito de
perfeccionarte te aseguro que llegarás lejos.
Hoy puedes elegir dejar de mentirte, de justificarte, puedes elegir ser valiente, ser humilde
y comenzar a ser el/la protagonista de tu vida, dejar de vivir a través de la vida de otros:
redes sociales, chimentos, películas, artistas…
Es posible sentirte vivo otra vez!
Solo necesitamos aprender a vivir. Y el tema es que nadie nos enseñó a eso.
Sí nos enseñaron desde el miedo: qué hacer para evitar el dolor, desde la experiencia de
los fracasos de los demás, o de elegir lo menos malo. Pero no desde el Amor verdadero.
Otra secreto revelado de Yánshèng Dào 聖言道es la clave de la vida: la felicidad está en
el DAR.
Dar, es un regalo para nosotros mismos. Cuando damos, nos vaciamos incluso de
nuestros dolores y angustias. Es por ello que Yánshèng Dào 聖言道 tiene como
herramienta fundamental el Servicio altruista.
Y es real! Cuando los compañeros de espiritualidad nos retiramos luego de hacer servicio,
nos vamos con una sonrisa en el rostro. Se trata de un estado de gratitud, de paz, de
satisfacción profunda.
Si uno reflexiona un poco sobre las características Divinas, notamos a simple vista que
DIOS es constante darse para beneficio de la vida, es lógico que haciendo lo mismo que
“EL/ELLA”, vamos a vivir en su misma frecuencia.
Comienza por estar atento a qué puedes dar hoy, la realidad es que es muy egocéntrico
dar por nuestro beneficio, pero lo cierto es que al construir ese hábito, podrás ir dejando a
un lado el interés personal y dar paso al corazón altruista.
Recuerda que el fin de leer no debería ser el alimentar el intelecto, sino el poner en
practica, solo accionando podremos comprobar la efectividad de las enseñanzas de Yánshèng Dào 聖言道.
Gracias por leer.
Qiánxián 前賢 Valentina Aznárez
Yánshèng Dào 聖言道
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