jueves, 5 de mayo de 2011

UNA PERSPECTIVA ESPIRITUAL SOBRE EL VEGETARIANISMO

por Lin Ching Shywan, 
del libro Cocina Vegetariana – Estilo Chino, 1995

Soy un vegetariano estricto desde hace más de cuatro años. 
La primera vez que dejé de comer carne, muchos de mis amigos y familiares expresaron preocupación; bastantes personas tenían la idea de que la dieta vegetariana era escasa en los nutrientes adecuados. Y ser vegetariano puede ser un problema más que menor con la cantidad de carne y pescado que come ahora la gente. Los chinos tienen la idea tradicional de que las comidas que son “calientes” por naturaleza, como la carne, son importantes para construir la fuerza física; así que en las mentes de algunos de nuestros mayores, uno es imposible que obtenga toda la nutrición que necesita con las “frías” judías verdes, los rabanitos blancos y todo aquello que los vegetarianos favorecemos. En sus libros, las únicas cosas que refuerzan el cuerpo son alimentos como los falos de tigre, la sangre de las serpientes, pollo al vapor y cangrejo en vino.

Antes de dar el gran paso, no reflexioné ni dos veces sobre la nutrición, la conveniencia o la fuerza física, ya que mis razones para volverme vegetariano no tenían nada que ver con cualquiera de ellas. Me volví vegetariano por mis creencias espirituales.

¿Por qué Espiritualidad Yánshèng Dào 言圣道 abogan por el vegetarianismo?
La principal razón es “piedad” y porque nosotros “no podemos soportar comer la carne de las cinturas vivientes”. 
Y nuestra creencia en el karma nos dice que al final sufriremos las consecuencias de nuestras malas acciones.

Sutra de Buda dice:

 “Al bodhisattva le da miedo la acción original;
a la miríada de las criaturas vivientes
les da miedo las consecuencias.”

Esto significa que el bodhisattva conoce la seriedad de las consecuencias y no hace malas acciones ni piensa sobre las causas de las malas consecuencias. Finalmente, también creo que una dieta vegetariana nos permite mucho más guardar un cuerpo y una mente puros y esta pureza es un factor importante para la fundación de la auto-cultivación. 
Mi conversión al vegetarianismo estuvo basada en estas tres consideraciones.

"Compasión" es una manera importante de aprender a ser mejor persona. Ser sin compasión es simplemente incompatible con ser budista. Tener un corazón piadoso y compasivo se mostrará en todos los aspectos de la vida; pero la forma más simple y más directa es seguir una dieta vegetariana. Piensa en el dolor intenso cuando accidentalmente nos clavamos un clavo. Así que ¿cómo alguien puede tener el valor de comer la carne de criaturas que han sufrido el dolor de la matanza, el despellejamiento, la desmembración y la cocción? Ser incapaz de comer carne de esas pobres criaturas es una expresión de compasión.

El dolor de las criaturas de camino a nuestra mesa no es ninguna extravagancia: es insoportablemente real. Citemos la gamba o el cangrejo que se cuecen vivos y que son tan populares hoy en día. Encontrar su muerte al ser cocinados en agua es como ser enviados a un infierno hirviente. Sus desesperados pero vanos intentos por trepar o saltar del fuego delatan el inaguantable sufrimiento de sus experiencias. Finalmente dan su vida en pena mientras se van volviendo rojos. ¡Qué doloroso final!
A las ranas se las ponen en una situación más dolorosa que a los mariscos. Desde la primera vez que se tocan sus cuerpos hasta que son comidas, pasan por el equivalente de ocho diferentes infiernos:

1. decapitar;
2. despellejar;
3. arrancar las patas;
4. rajar el abdomen;
5. freír o hervir;
6. salar, azucarar y especiar;
7. masticar y
 8. digestión y excreción.

Cualquiera que se ponga en lugar de la rana será incapaz de volver a comer otra.

Entre los diferentes tipos de sufrimiento que la humanidad puede

experimentar, el más intenso es sin duda el de la guerra.

Documentales de la masacre de Nanking y del holocausto nazi deja a pocas personas impasibles y libres de lágrimas y a la mayoría indignados. Pero los humanos pueden seguir años y décadas sin guerras; los animales se enfrentan a los sufrimientos y a la muerte todos los días. Para los carnívoros, cada banquete significa la muerte de cientos y miles de animales. 

¿Es esto diferente de la guerra?

Evitar el sufrimiento de las criaturas vivientes no usando su carne para satisfacer nuestros gustos y hambre es la mínima expresión de compasión que podemos ofrecer.
Escogemos el no matar de la bondad, y el no comer de la compasión.

Espero que este artículo le ayude en su propio desarrollo del corazón misericordioso


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